REVOLUCION DE LAS RENOVABLES EN ALEMANIA


Amory B. Lovins
Cofundador, Presidente y Científico Jefe del Rocky Mountain Institute, EEUU.
17 de abril de 2013
Mientras que los ejemplos de Japón, China e India muestran la promesa de economías energéticas rápidamente emergentes, basadas en la eficiencia y en las energías renovables, Alemania – cuya economía ocupa el cuarto lugar en el mundo y el primer lugar en Europa – proporcionó recientemente un modelo impresionante de lo que una sociedad industrial bien organizada puede lograr.
Ciertamente no es aún el campeón mundial entre los países con una hidroelectricidad limitada: Dinamarca pasó el 40% de electricidad renovable en 2011, rumbo a una meta del 100% para 2050; y Portugal, aun cuando tenga más generación de potencia hidráulica, aumentó su fracción de electricidad renovable del 17% al 45% tan sólo durante 2005-2010 (mientras que los EE.UU., aun cuando respaldados por el legado de una gran tecnología hidroeléctrica, avanzaron arrastrándose paso a paso desde un 9% a un 10%), y llegaron al 70% en el primer trimestre lluvioso y ventoso de 2013.
Pero estas economías no son gigantes industriales como Alemania, lo que sigue siendo la mejor refutación de las afirmaciones que los países altamente industrializados, sin considerar los fríos y nublados, poco pueden hacer con energías renovables.
Alemania duplicó el cupo de renovables de su consumo total de electricidad en los últimos seis años y llegó a un 23% en 2012. Pronostica casi una reduplicación para 2025, muy superior a la meta del 50% para 2030 y acercándose a los objetivos oficiales del 65% en 2040 y 80% en 2050.
Algunas áreas se mueven más rápidamente, cuatro estados de la República Federal de Alemania estuvieron abastecidos durante todo el año con energía eólica. Y a veces, en la primavera de 2012, la mitad de toda la electricidad alemana era renovable, acercándose al récord del 61% de España, establecido en abril de 2012.
La eficiencia y el fortalecimiento de las energías renovables en la Alemania Post-Fukushima
Para subrayar el notable caso alemán revisaremos lo que sucedió en 2011, inmediatamente después de Fukushima. El Bundestag – liderado por el partido más conservador y pro-nuclear, sin partido que disienta – votó en forma arrolladora a cerrar inmediatamente ocho de las plantas nucleares del país y las demás nueve plantas en 2022. ( En una mutua reconsideración – double U-turn) se desaceleró primero una eliminación nuclear paulatina por fases, acordada en 2000, y luego fue restablecida; en efecto, la potencia nuclear generada ha ido disminuyendo desde 2006).
Los escépticos dijeron que este abrupto apagón del 41% de la potencia nuclear generada haría que se apaguen las luces, que se produciría el derrumbe de la economía, el aumento desmesurado de las emisiones de carbono y de los precios de la electricidad y que Alemania tendría que importar potencia nuclear de Francia. Pero nada de ello sucedió.
En realidad, en 2011 la economía alemana creció un tres por ciento y siguió siendo la economía más fuerte de Europa, impulsada por una industria de energías renovables, de clase mundial, con 382.000 puestos de trabajo (cerca de 220.000 de ellos se agregaron desde 2004 con empleo neto y estímulo neto, ambos positivos).
La Canciller Merkel ganó su apuesta de que sería más sagaz gastar el dinero destinado a la energía en ingenieros, fabricantes e instaladores alemanes en vez de mandar el dinero a Gazprom, el gigante monstruoso del gas natural ruso. Las luces alemanas siguieron encendidas. El apagón nuclear fue enteramente desplazado a fin de año, en tres quintas partes debido al crecimiento de las energías renovables.
Haga el cálculo matemático: repitiendo simplemente las instalaciones de energía renovable de 2011 por tres años adicionales hasta 2014, se desplazaría así la totalidad de la potencia nuclear generada pre-Fukushima de Alemania. Entretanto, las ganancias en eficiencia – más un invierno suave – redujeron el uso total de energía de Alemania en un 5,3 %, el consumo de electricidad en un 1,4% y las emisiones de carbono en un 2,8%.
Los precios de venta al por mayor de la electricidad bajaron un 10 – 15%. Alemania siguió siendo un exportador neto de electricidad y, durante un corto período de frío en febrero de 2012, exportó incluso 3 GW a Francia que estaba hambrienta de potencia eléctrica. Francia sigue siendo un importador neto de electricidad alemana.
¿Fue esto simplemente algo pasajero? No. Los datos finales en 2012, comparados con los de 2011, muestran que estas tendencias persisten ampliamente.
Alemania generó 617 TWh de electricidad en 2012, un 0,3% más que en 2011. La generación nuclear bajó a menos 100 TWh, la más baja en a lo menos dos décadas.
Los precios de gas sobrepasaron los del carbón, de manera que la generación por combustión de gas bajó 13 TWh, mientras que la generación por combustión de carbón repuntó 14 TWh o un 5% – aún cercano a los niveles bajos modernos, pero incrementado por un record de 23 TWh de exportaciones provechosas de potencia eléctrica.
Las energías renovables agregaron 15 TWh: aumentaron desde un 20% de consumo de electricidad en 2011 a un 23% en 2012, sobrepasando cualquier rival salvo el carbón pardo (lignito?), (que se espera que retroceda en 2013). La potencia de energía renovable generada aumentó en un tercio tan sólo en los últimos dos años.
Y aun cuando la mezcla alemana de energía solar, eólica, de biomasa, hidroeléctrica, etc., no funcionaría con todas ellas al mismo tiempo, su capacidad generadora total de energías renovables a fines de 2012 compitió de manera impresionante con la demanda máxima de 82 GW del país. Movidos por la acción de la competencia de las energías renovables, los precios al por mayor de la electricidad siguieron una tendencia pronunciada a la baja.
La red nacional de energía eléctrica de Alemania siguió siendo la más confiable de Europa. Y mientras el PIB real, amortiguado por la crisis del Euro, creció tan sólo un 0,7%, el consumo de electricidad bajó 1,3%. Las emisiones totales de carbono subieron 1,6%, promovidas por un invierno sumamente frío, pero las emisiones provenientes de la industria más las de las centrales eléctricas permanecieron constantes, y las emisiones totales ajustadas por las condiciones meteorológicas probablemente bajaron.
Generación alemana por carbón, nuclear, gas y energías renovables
1990 – 2012


TWh/año
– Carbón pardo (lignito?)
– Hulla
– Nuclear
– Energías renovables
– Gas
                                                                    Año
Las tasas de electricidad y la tarifa de alimentación de Alemania
Las trayectorias duales de las energías renovables en Alemania, de costos decrecientes y tasas de instalación crecientes, están sometiendo al sistema eléctrico a grandes fluctuaciones.
Las agencias calificadoras de tasas están asignando una clasificación inferior a las mayores empresas europeas de servicios públicos, debido a que las energías renovables – que ahora constituyen más de un tercio de la capacidad generadora de Europa – tienen casi cero costo de funcionamiento.
Pueden, por lo tanto, hacer ofertas más bajas que las plantas de combustibles fósiles y nucleares, haciendo que funcionen durante un número menor de horas y obtengan precios más bajos, reduciendo así radicalmente sus utilidades. Por ejemplo, los precios alemanes al por mayor bajaron cerca de un 30% tan sólo en los últimos dos años, sometiendo a las grandes empresas, que invirtieran poco en energías renovables, a una fuerte presión por utilidades.
Aún así los alemanes pagan mucho por su electricidad doméstica, cerca de $0,34/kWh en 2012 (*). La tarifa doméstica incluye un “recargo por energías renovables”, del que se espera que ascienda aproximadamente a $249 por un hogar de tres personas este año.
Eso sería tres quintas partes menor si los hogares no estuviesen subsidiando muchos negocios, principalmente negocios grandes – exentos de casi la totalidad del cargo por energías renovables, con el pretexto de fomentar la competitividad alemana – a razón de 3 – 4 mil millones de euros al año.
Sin embargo, la industria alemana disfruta de los precios spot más bajos que crean las energías renovables, de modo que paga casi lo mismo por la electricidad que lo que pagaba en 1978 y menos de lo que paga la industria francesa hoy en día. Este subsidio cruzado de los hogares a la industria, y el monto del recargo doméstico resultante, generaron un vivo debate acerca de cuánto pagan los alemanes por su electricidad y porqué.
La Ley de Energías Renovables de Alemania introdujo dos políticas fundamentales en 2000: 1) un contrato fijo de compra de potencia eléctrica por 20 años (es decir tarifa de alimentación) que se ofrece a la mayoría de las energías renovables, tal como paneles fotovoltaicos de techumbre, que también obtienen acceso prioritario a la red eléctrica, y 2) una estipulación de que tales compras de potencia eléctrica no giren sobre los fondos públicos de Alemania.
Esta segunda parte es notable, ya que las empresas alemanas de servicios públicos – que tienen que pagar la tarifa de alimentación por cada tipo de energía renovable introducida en la red eléctrica por cualquier productor – recuperan esos pagos a través de los recargos por energías renovables.
A comienzos de 2013, ese recargo subió repentinamente 47%, pero solamente una novena parte de ese aumento fue por las energías renovables, el remanente procedió de peculiaridades calculatorias, principalmente las generosas exenciones industriales.
El recargo doméstico ha ido aumentando rápidamente porque la generación fotovoltaica hogareña se ha cuadruplicado en 4 años, con 1,3 millones de sistemas de techumbre que produjeron 28 TWh en 2012 – agregando en 2012 por lo menos 1 GW más de lo que se proponía el gobierno.
En un año de elección nacional alemana, esto causó inmediatamente llamados de varios miembros del gobierno a postergar o reducir pagos (incluso retroactivamente) o a extender los derechos a pagar entre un mayor número de clientes. Estas proposiciones fueron prontamente rechazadas.
Con el firme compromiso de Alemania con un futuro energético basado en energías renovables y con tecnologías limpias tales como la solar, que se imponen rápidamente, el recargo por las energías renovables probablemente permanecerá ampliamente apoyado, controversial, mal representado y muy mal comprendido.
Generación alemana de electricidad por energías renovables
1990 – 2011


TWh/año
– Carbón pardo (lignito?)
– Hulla
– Nuclear
– Energías renovables
– Gas
Año

La verdad acerca de la tarifa de alimentación (FiT) y de las tasas de electricidad de Alemania.
Algunos críticos han culpado a las energías renovables y a su recargo por los altos precios de la electricidad doméstica de Alemania, pero tales reclamos no son algo más que humo y espejismos.
Muchos subsidios nucleares y del carbón provinieron durante décadas de ingresos tributarios, tal como lo siguen haciendo en EEUU; si se hubiesen autofinanciado transparentemente de la manera que lo hace ahora el recargo alemán por energías renovables, habrían aumentado los precios domésticos alemanes al doble de lo que lo hacen las energías renovables ahora.
Pero Alemania dejó de subsidiar los fotovoltaicos hace nueve años y adoptó un sistema mucho más riguroso, igualitario, efectivo y transparente de comprar la mezcla de potencia eléctrica que quiere obtener y la pagan a través de un ítem en línea de cuenta eléctrica. Esto no es más un subsidio que la práctica normativa estadounidense de cobrarle a los clientes por el costo de cualquier central eléctrica que el regulador de servicios públicos haya aprobado: la sociedad simplemente elige y compra el tipo de potencia eléctrica que quiera.
Pero en Alemania esos cargos por energías renovables presentan una elección fundamental: usted los puede recuperar – y aún más – al elegir invertir personalmente en energía renovable o a través de una cooperativa o comunidad, es la manera como el 65% de la capacidad de energía renovable llego ahora a pertenecer a sus dueños.
En otras palabras, usted paga el recargo como la mayoría de los ciudadanos alemanes, pero usted también puede recuperar la tarifa de alimentación para su propia generación de energías renovables.
Tales oportunidades de inversión de reglas de juego equitativas son raras en América, en donde corporaciones, que suelen ser corporaciones grandes, son dueñas de cerca de un 98% de la capacidad de energías renovables no hidroeléctricas.
Incluso para clientes que eligen no invertir en sus propias energías renovables, el recargo es una cantidad muy pequeña, equivalente a una diminuta gota de agua en un balde. Del elevado precio promedio alemán de la electricidad doméstica, sólo el 56% era para comprar electricidad y su entrega y venta; la parte restante eran impuestos.
Menos de un tercio de esos impuestos era el 13,6% para el recargo por energías renovables – después de su aumento de aproximadamente 150% por no extender justificadamente el costo entre todos los clientes.
De 2000 a 2012 solamente dos quintas partes de aumento del precio de la electricidad doméstica se debió al recargo por energías renovables. El costo del recargo por energías renovables de 2012 para un hogar alemán de tres personas era de más o menos diez euros al mes.
Esto es más o menos un 3% de los costos totales de energía del hogar o un 0,3% de sus gastos totales, o menos de un 0,2% contando con sus reducciones compensatorias del costo. Usted necesita una lupa para verlo – como lo explicó cuidadosamente, con ejemplos, el Ministerio del Medio Ambiente.
Además, las energías renovables también reducen directamente varios costos, tales como el precio al por mayor de la electricidad y un impuesto a la electricidad (efectivamente un impuesto al carbono).
Estas bajas de precio compensan cerca de la mitad del mayor recargo por energías renovables – y disminuye el riesgo de los clientes proveniente de los precios volátiles de combustibles fósiles. (Las cuentas alemanas por electricidad aumentaron 70% durante 2000 – 2012, mientras que los precios del petróleo para calefacción y los precios de gasolina aumentaron 86% a un total casi tres veces mayor.
Solo el petróleo para calefacción aumentó 119% desde 2000). En efecto, a medida que las energías renovables sigan abaratándose y los combustibles fósiles probablemente sigan encareciéndose, el recargo debiera transformarse en un gran dividendo público – como sucedió en Francia en 2008 – en más o menos una década y debiera ascender a un total sobre un billón de dólares durante 2030 -50; por ahora, el que este cambio de inversión regrese sobrepasa las expectativas.

Traducción las leyendas del cuadro anterior.
Composición del precio alemán de la electricidad
Para un hogar de 3 personas, 1998-2013

En 2013 se introdujo un aumento de 0,19 centavo euro/kWh por seguro contra el riesgo de viento que sopla hacia el mar, pero dicho aumento no se muestra aquí.
1998 euro cent/kWh = centavos euro/kWh en 1998
La eficiencia de Alemania impera: crecimiento económico con menos energía
Un amplio consenso sobre el giro total de la energía de Alemania se basa en los cimientos establecidos hace mucho tiempo. Durante 1990 – 2011 la generación alemana por quema de carbón bajó 14% y la generación alemana nuclear 30%, mientras que la generación alemana por energías renovables aumentó 614%.
Además, y lo que frecuentemente se pasa por alto, la productividad alemana de energía avanzó por todos los sectores. En verdad Alemania se está convirtiendo en el país más eficiente del mundo en el sector energético.
Desde 1990 – el año base para la contabilización del carbono de Kioto (y también el año de la reunificación de Alemania) – el uso de la energía primaria ajustada por las condiciones meteorológicas del país bajó 11% y sus emisiones de carbono bajaron 25,5%, mientras que su PIB real aumentó 37%.
Así la productividad económica de su combustión de carbono, que refleja grandes ganancias en todos los sectores, aumentó en un 84% en 22 años.
Esta poderosa tendencia está recién empezando: Alemania tiene el propósito para 2050 de cortar sus emisiones absolutas de gas de invernadero en un 80 – 95% inferior al nivel de 1990, aumentar al doble su productividad energética total del nivel de 2020 y suministrar renovado el 60% de su energía final total.
Aplicando el enfoque de diseño integrante de Reinventar el Fuego podría probablemente superar lejos los ahorros de 20% de electricidad proyectados durante 2008 – 2050. Esto podría encoger la necesidad proyectada para energías renovables y transmisión.
Mientras que los cupos de carbón y nucleares de la generación de electricidad disminuyeron, el cupo de energías renovables de Alemania superaban 1,5 veces el cupo nuclear a mediados de 2012 (como también sucedió a nivel mundial en 2011).
Alemania está instalando 8 GW de potencia solar cada año (más en los últimos tres años de lo que los EE.UU. agregaron en los últimos 30) y agregaron 3 GW tan sólo durante diciembre de 2011, más de lo que los EE.UU. agregaron todo el año.
La tarifa de alimentación, ahora inferior a $0,19/kWh (*) para pequeños sistemas fotovoltaicos baja mensualmente. Así entonces, como los mercados liberalizados de la potencia eléctrica en Europa y la eliminación por etapas de los subsidios al carbón alemán ganan terreno ambos, los costos y los subsidios están bajando, y la política relativamente estable de Alemania logró construir una base industrial de energía limpia y de liderazgo mundial.
Por consiguiente la mayor economía del mundo (los EE.UU.) cuelga suspendida entre los mundos de la energía antigua y la energía nueva, mientras que el #2 China, el #3 Japón, el #4 Alemania y el #10 India están consolidando su visión de la energía en torno a la transformación. Así lo están haciendo muchos otros, conforme se examina anualmente en REN21.
Pero en particular, el completo cambio metódico y determinado de la energía de Alemania evidencia que una economía de mercado políticamente pluralista, sumamente industrializada y de nivel mundial puede funcionar bien en una combinación de eficiencia y energías renovables con régimen de autofinanciamiento. Los perdedores en el mercado alemán son aquellos que supusieron que el cambio completo de la energía no podía surtir efecto. Los ganadores son aquellos que aplicaron su capital y sus habilidades lograr que ello suceda.
Nota.-
El autor reconoce agradecidamente los datos y comentarios de Craig Morris en Freiburg, cuyo blog es una fuente excepcionalmente valiosa del vuelco energético de Alemania y también los datos y comentarios del experto estadounidense en energías renovables Paul Gipe:Graphs of German electricity generation and renewables mix, cortesía de Paul Gipe. Composición del gráfico de precios de la electricidad alemana desarrollado con datos provenientes de la Asociación Alemana de las Industrias de Energía y Agua y basada en una similar versión Creatives Commons..
Traducción: Juan de Magalhaes-Calvet Arnolds.
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Nota :
(*) El precio de la electricidad para consumo domestico en Santiago de Chile en Abril 2013: US$ 0,17/kWh (Precio Energía Base)

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