Agronomía de la Universidad de Concepción logra segunda Patente de Invención

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Se  enmarca dentro de un proyecto Fondef I+D de desarrollo de productos comerciales a partir de paja de trigo.
–    Con la iniciativa se creará una tecnología que corresponde a una estrategia nutricional para alimentación animal, específicamente rumiantes.
 El Departamento de Producción Animal de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción, obtuvo una segunda patente de invención. La primera fue para un proyecto de investigación relacionado con la elaboración de aceite de pescado desodorizado. Esta vez pudieron patentar una estrategia nutricional para alimentación de rumiantes.
El proyecto que fue liderado por la Unidad de Desarrollo Tecnológico de la Universidad de Concepción (Cecilia Fuentealba y Alex Berg, director de la UDT) con apoyo de la Facultad de Ingeniería Agrícola (con la académica Claudia Tramón) y la Facultad de Agronomía (con los investigadores, Pamela Williams y Marcelo Doussoulin), tiene como objetivo la valorización de la paja de trigo en el desarrollo de productos comerciales. Uno de los productos obtenidos, fue un pool de carbohidratos solubles que fue evaluado como alimento animal.
De acuerdo a lo explicado por la docente Pamela Williams, “el proyecto marco que origina esta solicitud de patente es un proyecto de biorefinería de paja de trigo, que en el fondo es utilizar la paja de trigo de su totalidad. El principal producto a obtener fue celulosa para papel a partir de paja de trigo y de este proceso, quedaban residuos, las hemicelulosas y la lignina. Las hemicelulosas son carbohidratos de distinto tamaño molecular y estructura, que van desde pectinas hasta azúcares simples. Este pool de carbohidratos, podrían asemejarse a las melazas usadas en alimentación animal. Nutricionalmente estos carbohidratos son fuente de energía para los animales, que además de estos, es obtenida a partir de la fibra contenida en los forrajes y de otros productos ricos en almidón. Entonces nosotros asociamos los distintos carbohidratos a distintas degradabilidades y digestibilidades que finalmente se reflejan en energía disponible para los animales, siendo los carbohidratos de paja de trigo degradables rápidamente en el rumen”, explicó Pamela.
La propuesta fue evaluar las hemicelulosas como alimento animal, pero antes de incluirlo en la dieta de animales, debían caracterizarlo. Para ello se realizaron varias pruebas de laboratorio y pruebas in situ.
“Utilizando animales fistulados, incubamos estos carbohidratos provenientes del proceso Organosolv realizado a la paja, y estudiamos su comportamiento degradativo al interior del rumen. Entonces medimos cuánto tiempo toman en degradarse y qué efectos produce en términos de pH en el ecosistema ruminal. Para ello lo comparamos con las melazas de remolacha que es un alimento que nosotros conocíamos y que se utilizan normalmente en la alimentación animal. Estas melazas de remolacha y otros concentrados también de tipo energético disminuyen el pH del rumen, lo acidifican ligeramente. Por lo tanto esperábamos que el pH ruminal descendiera con estos carbohidratos también. Pero, el resultado no fue así, el pH ruminal se mantuvo constante y eso le da un punto a favor a estos azúcares que no disminuyen el pH y que además, la degradabilidad de ellos es más lenta que la melaza de remolacha”, precisó la académica Pamela Williams.
De acuerdo a lo explicado por la experta lo que se busca con esta iniciativa en nutrición animal es lograr nutrición de precisión, tratando de lograr la mejor sincronía entre energía y proteína en el rumen. “Que todo funcione adecuadamente en el animal, entre el aporte de energía que lo da la fibra de los forrajes y los concentrados energéticos como distintas fuentes de almidón y azucares solubles a nivel ruminal y  la proteína que  también está contenida en el forraje y los concentrados de tipo proteico. Entonces si logramos una mejor sincronización de energía y proteína tendríamos una mejor eficiencia de uso de los nutrientes y esperamos mayor producción”.
MEJORA PROTEICA EN LECHE
El trabajo se enfocó en el concentrado para vacas lecheras, según lo manifestado por Pamela Williams. “Nosotros comparamos directamente la melaza de remolacha con estos carbohidratos de paja de trigo en la misma dieta, cambiamos solamente ese ingrediente en la misma concentración. Hay que considerar que el ingrediente melaza de remolacha, viene tratada con urea, por lo cual tuvimos que corregir nuestra ‘melaza de paja de trigo’  incorporando la misma proporción de urea para que fuesen similares los ingredientes y logramos en animales que se alimentaron con nuestra melaza de paja de trigo, mejorar  la producción de leche, específicamente en contenido de proteínas y  lactosa sin alterar la grasa de la leche. Aquí en Chile la industria lechera bonifica por el contenido de solidos totales en leche, considerando un pago especial por  proteínas, entonces es algo que se valora mucho este sobreprecio de la leche. Por otra parte uno tiende a pensar que al usar esta estrategia nutricional, ¿si se retiene más proteína y se traspasa a la leche, ¿habrán menos pérdidas al ambiente de esa proteína?, esas son preguntas que todavía nos quedan por resolver”.
PATENTE
Esta patente implica que la Universidad de Concepción es dueña de esta tecnología la cual es transferible. “La universidad ahora puede comercializar esta tecnología.
Nosotros hemos presentado algunos resultados preliminares en congresos nacionales e internacionales en Cuba y Argentina. Ahora queda buscar socios, empresas que estén interesadas en desarrollar esta tecnología e ir difundiendo la iniciativa para que llegue a los productores”, puntualizó Williams.
Finalmente el director del Departamento de Producción Animal, Marcelo Doussoulin, sostuvo que, “para nosotros este hecho es muy importante porque demuestra y consolida el quehacer en investigación que venimos haciendo como Departamento y que muchas veces demora años en llegar a algún resultado, como en este caso que después de 4 años logramos la patente y esto implica una proyección a nivel industrial porque  la idea es comercializarla,  lo que mejoraría la eficiencia en el uso de los recursos y productividad de la industria. Además nos vincula con el medio, con las empresas y permite demostrar el trabajo mancomunado de distintas unidades de nuestra Universidad”.

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